El amplio y prolífico mercado de las consolas piratas no se ha detenido en absoluto con la nueva generación de videojuegos. Esto, porque a nombres conocidos como Polystation, Treamcast y Mega Drive Extreme se suma el de "Tomahawk F1", dispositivo lanzado hoy en China que pretende quitarle un poco de protagonismo a los actuales PS4, Xbox One y Wii U, en un país donde Sólo Microsoft y Sony han acumulado 500 mil unidades desde que se abrió la venta de estos aparatos en 2014.
Así, Tomahawk F1 toma un poco de lo mejor de cada consola y lo plasma en un aparato que de acuerdo a sus características, parece bastante prometedor: CPU Nvidia Tegra K1 (4 Core A15 @ 2.2GHz), GPU Nvidia Keppler @ 852Mhz (325GLOPS), 4GB de RAM DDR3 @ 933Mhz, conexiones Wi-Fi y Bluetooth, entrada HDMI, USB 3.0 x 1, Ethernet y sistema operativo Fuze OS basado en Android, con soporte de juegos en inglés y chino.
Tal como el caso de Xbox 360, la consola tendrá una versión "Play" con 32 GB de almacenamiento a un precio de 140 dólares aproximados (95 mil pesos chilenos), y una edición "Elite" de 500 GB de almacenamiento ampliable a 2 TB, siendo esta última de un tamaño un poco mayor y a un costo de 230 dólares (155 mil pesos chilenos). Su diseño es muy similar a PlayStation 4, aunque los mandos claramente se asemejan a los de Xbox One, y costarán 30 dólares. La interfaz gráfica a pesar de ser basada en Android, es casi idéntica a la de PlayStation.
En lo que sí se diferencia con los clones chinos de antaño es en la disponibilidad de juegos. Según el fabricante Fuze Entertainment, serán 76 para su lanzamiento, de compañías reconocidas como Tecmo Koei, Codemasters y Comcept, buscando lanzamientos de alta factura como Saints Row IV, Assassin's Creed Chronicles y Dynasty Warriors 8, dejando atrás el fantasma de los títulos copiados, de mala calidad o de 8 bits. Pero es no es todo, ya que adaptándose a las nuevas tendencias, Tomahawk F1 también contará con su propio casco de realidad virtual. Costará 170 dólares.
Según el fabricante, la idea de Tomahawk F1 es hacer llegar juegos de primera línea a usuarios chinos que no tengan dinero suficiente para adquirir una PS4 o una Xbox One. Ni siquiera esperan recibir ganancias hasta el tercer año de vida, y más que nada tienen la intención de compartir escenario con el mercado móvil y de PC, de gran éxito en el país asiático. Es por ello, que por ahora no se tienen planes de exportarla a otros territorios.
Fuente: International Business Times, Zhugeex