No sólo Samsung ha mostrado su último buque de batalla en esta nueva versión del Mobile World Congress que se desarrolla desde el lunes en Barcelona, España. Fabricantes como LG, Lenovo, Huawei y Sony, entre otras empresas, han buscado despertar el interés de los usuarios con la tecnología de punta en cada uno de sus dispositivos.

Cada año los consumidores de teléfonos inteligentes esperan el MWC para maravillarse con las entregas de las principales marcas a nivel mundial. Si bien Apple se queda fuera de este juego, diversos desarrolladores muestran el buque insignia que cada año busca mejorar las ventas de smartphones.

En la primera jornada el Galaxy S7 y Galaxy S7 Edge de Samsung se robaron las miradas de la mayoría de los asistentes, sin embargo, con el correr de los días los espectadores han comenzado a mostrar interés por los dispositivos que otras compañías han logrado fabricar.

 

El Mobile World Congress (MWC) en Barcelona ha comenzado y nuevamente Samsung lo ha utilizado como la plataforma para mostrarle al mundo el último de sus teléfonos, el nuevo buque insignia de la marca coreana que -continuando con la tradición- logra sorprender a todos los usuarios de smartphones que esperaban las nuevas características.

Durante las semanas anteriores comenzaron a rondar por la web imágenes y posibles especificaciones de los teléfono, sin embargo Samsung logró ir más allá en la presentación de su Galaxy S7 y Galaxy S7 Edge

Dejando de lado grandes modificaciones en la apariencia de los teléfonos, la línea S7 mantiene la figura de sus antecesores Galaxy S6 y S6 Edge, aumentando ligeramente su peso en para llegar a los 152g y 157g para la versión tradicional y la Edge, respectivamente.

El Galaxy S7 continúa con una pantalla amplia de 5,1 pulgadas, mientras que el Galaxy S7 Edge creció un poco en relación a su antecesor y alcanzó las 5,5 pulgadas; ambos con una resolución de 2560x1440 pixeles, con su nueva característica "Always-on Display" que permite mantener la pantalla en reposo sin apagarse completamente.

 

Cada nuevo teléfono de BlackBerry florece como la última opción de la compañía canadiense de sobrevivir en el mercado de los celulares, donde hoy apenas tiene el 1% y donde la década pasada gobernara casi sin rivales.

El propio CEO de la compañía, John Chen, anunció en octubre pasado que si antes de un año la empresa no logra vender cinco millones de unidades (en el último cuarto del año ha vendido 800.000 dispositivos), finalmente BlackBerry dejaría de fabricar celulares, para dedicarse a otras áreas de su negocio que son más rentables.